Max Fleming necesitaba una nueva secretaria y la señorita Jilly Prescott parecà a adecuada para el puesto porque, además de que tenà a los conocimientos y experiencia necesarios, no era probable que se fijara en él, ya que seguà a enamorada de Richie Blake. De hecho, Max incluso se ofreció a ayudarla a recuperarlo.El plan parecà a sencillo: un corte de pelo, un nuevo vestuario y el atractivo Max acompañándola a una fiesta sensacional. Con eso, estaban seguros de que Jilly atraerà a la atención de su antiguo amor. Pero, cuando Max la llevó a aquella fiesta, empezaron a ocurrà rsele ideas extrañas respecto a Jilly, y ninguna de ellas tenà a nada que ver con arrojarla a los brazos de otro hombre.